Por: Luján Francos – Fuente : LA NACION – Crédito foto: Sol Santarsiero
La ilustradora Sole Otero lanza su tercer libro y es jurado de un concurso literario que premia también la novela gráfica.
Sole Otero pasó la cuarentena tan encerrada como Rocío, la nieta de Vilma en su nueva novela gráfica, Naftalina. La joven protagonista revuelve cosas en la casa de su abuela sin salir para nada a lo largo de todo el libro. En un 2001 caótico, situada en el Conurbano, con miedo al afuera. «El tiempo en la etapa de pandemia fue muy raro. Viví la cuarentena como si estuviese un poco acompañada por lo que estaba pasando dentro de mi libro. Como que lo estaba viviendo afuera y adentro. Hay una especie de distorsión del tiempo, porque lo viví como que el tiempo pasó rapidísimo y al mismo tiempo fue infinito», dice la renombrada ilustradora infantil e historietista argentina desde Francia.
Para leer la nota completa de Luján Francos en La Nación, haga clic aquí: Sole Otero. Bordar historias con dibujos.