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2023 AUTORES Cinco preguntas DRAMATURGIA

Cinco preguntas a Rocío Muñoz

Rocío Muñoz ganó el Premio Dramaturgia en 2023 con Campera, una obra de teatro profundamente personal sobre el duelo de un hermano y de la cual el Jurado destacó «un lenguaje particular, inteligente y preciso, doloroso pero lleno de humor». La autora responde cinco preguntas sobre su vínculo a la escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

Empecé a escribir como excusa para actuar escenas, guiones, monólogos. En un año bastante intenso para mí la escritura empezó a ser más cotidiana y a tener un fin en sí mismo, en una especie de catarsis me empecé a mandar mails a mí misma hablando del duelo, de cosas cotidianas o de imágenes que se me venían a la cabeza. De a poco me empezó a pasar que solo actuar tenía gusto a poco: me encanta y es mi primer amor pero es un amor un poco tóxico. Escribir para mí es una relación más madura, que lleva más tiempo, un espacio donde me habilito el juego de hablar de lo que quiero, como quiero y me dejo ser un todo más que solo un personaje.

¿Tenés algún tipo de rutina de escritura, o un lugar y un momento predilectos para escribir?

No soy para nada metódica, de hecho soy bastante vaga. Por eso los espacios de talleres y la carrera de Escritura Creativa en la UNA son herramientas claves para que me siente a escribir. Necesito tener deadlines y lugares a los que llevar lo que escribo porque si no todo queda en el mundo de las ideas. Esos espacios me ayudan a autoimponerme una rutina y disciplina. Por lo general se me prende la lamparita a la noche, el escritorio se me llena de puchos y empiezo a escribir, pero para que eso pase necesito todo ese sistema detrás empujándome a sentarme y hacerlo.

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

Soy bastante cipaya para leer, supongo que es porque me crié con una tele con cable en mi cuarto desde muy chica. Sylvia Plath, Lorrie Moore y Vivian Gornick me gustan mucho. Sobre todo las últimas dos por su manera de narrar universos femeninos con mucho humor. Aunque me encanta leer mujeres y creo que de alguna manera algo de estas autoras hay en Campera, el cuento «Nadar de Noche» de Juan Forn fue bastante clave e inspirador para escribir la obra. 

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Campera?

Campera es una historia que tenía ganas de escribir hace mucho pero no sabía cómo. Desde la muerte de mi hermano sabía que quería contar algo de eso, después me di cuenta que quería hablar de la muerte en sí, pero no me di cuenta de eso hasta que tuve la primera versión. Arrastraba imágenes desde esa cadena de mails que me mandaba a mí misma, algunos eran para él, escribía escenas sueltas y pensaba en la muerte como una espalda que se iba pero no terminaba de poder organizarlo. Hasta que en el taller de escritura de Mariana Chaud y en encuentros con amigos donde llevábamos nuestro material, fui encontrandole un marco y tomó forma de obra.

¿Cómo es el proceso de revisión de tus textos? 

Para revisar mis textos por un lado están los talleres y por el otro me hago una trampa que es: sin terminar una primera versión vuelvo siempre a lo que estaba escribiendo, lo cambio y sigo, entonces el final pareciera no llegar nunca. Pero llegar, llega. Al menos el de Campera. 

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2024 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Lara Sade y Camila Tellería

Lara Sade y Camila Tellería obtuvieron el Premio de Narrativa Gráfica en 2023. Su obra, Exterior Playa Atardecer, pertenece a un género híbrido entre la novela, el diario y la ilustración. Narra las vicisitudes de un rodaje independiente en Mar del Plata, y las dificultades que enfrenta un equipo de cineastas inexpertos para filmar una película postapocalíptica de bajo presupuesto. El libro sale publicado hoy, domingo 8 de diciembre, por Corazón de Perrx. Las autoras responden cinco preguntas sobre su vínculo a la escritura.

¿Cuándo empezaron a escribir / ilustrar?

Lara Sade: No hay una fecha o edad precisa. Tengo un recuerdo de niña escribiendo un cuento que ahora pienso sería considerado de terror: dos amigos se convierten en dibujos animados en contra de su voluntad. Después escribí en la adolescencia, pero siempre para mí, casi a escondidas. Recién a los veinte empecé a compartir lo que escribía. 

Camila Telleria: Puedo decir que dibujo desde que tengo memoria, pero desde cuándo me considero ilustradora o desde cuándo empecé a dibujar con el estilo que utilizo actualmente, diría que hace unos seis años más o menos.

¿Tienen algún tipo de rutina de escritura, o un lugar y un momento predilectos para escribir/dibujar?

L: Escribo a mano, en cuadernos, hojas borrador. Intento llevar siempre conmigo una libreta. Cuando no puedo: anoto en el celular. No hay lugar, a veces es la cama, otras necesito salir de mi casa. Nada parecido a una rutina. Sí hay, cuando tengo un proyecto en mente, cierto estado de disponibilidad y atención a cómo el proyecto puede nutrirse de lo que sucede a mi alrededor. Cuando tengo una fecha límite, ahí sí: compu o cuaderno sobre la mesa y la determinación de avanzar. Podría considerar que parte de la rutina incluye atravesar una primera frustración cuando me siento a escribir. 

C: En general me gusta dibujar por periodos o bloques largos de tiempo, me funciona más armarme un mate y pasar horas dibujando en un solo día, que una constancia más diaria. Siempre fui una persona nocturna, así que por la tarde/noche suele ser mi mayor momento de productividad. Alterno entre música, podcasts o algún video de YouTube de fondo. Además, muy a mi pesar, trabajo mejor bajo presión, hija del rigor que le dicen.

¿Qué autor les da ganas de escribir cuando leen/ven sus obras?

L: Clarice Lispector, esa libertad. En poesía, Sharon Olds, Mary Oliver. Ursula K Le Guin. Osvaldo Soriano, donde aparecen el humor y el delirio. Y series como Fleabag, esa frescura, ese uso de la ironía. La lista podría seguir.

C: Si hablamos de “grandes” autores, diría que Gustav Klimt y Alfons Mucha. Sebastián Gordin y Leonardo Gauna son dos artistas argentinos que también influyen mucho en mi quehacer plástico. Otra disciplina que me inspira mucho es el cine, tanto cine tradicional, como cine de animación y series. Las películas que más disfruto son las que me dan ganas de dibujar, casos recientes podrían ser  Challengers de Luca Guadagnino o Arcane de Fortiche Production.

Exterior Playa Atardecer

¿De dónde surgió el proyecto de escribir «Exterior Playa Atardecer»?

L: Estaba cursando un seminario de no ficción, y venía de filmar un proyecto bastante caótico. Me pareció que algo del absurdo de cómo se hacen las películas – todo lo que implica la construcción de una imagen, lo que les espectadores no pueden imaginarse – podía ser divertido de escribir. En ese momento desarrollé algunos fragmentos, escenas breves. Más adelante, para aplicar a una convocatoria se me ocurrió convocar a Cami para que haga ilustraciones que acompañen el texto; y también empecé a pensar en el proyecto como un libro, sumando capítulos/escenas, pensando en la estructura general. 

C: Luego de filmar un proyecto desafiante, caótico y formativo, como manera de procesar esa experiencia empecé a realizar memes e ilustraciones del equipo técnico. Casi en paralelo, sino antes, Lara ya había comenzado a escribir sobre ese rodaje. Al poco tiempo, motivadas a presentarnos a una convocatoria (pues ambas compartimos trabajar bajo presión) Lara me propuso que ilustre sus textos, y así surgió lo que luego sería Exterior Playa Atardecer.

¿Cómo es el proceso de revisión de sus obras? 

L: Necesito: leer en voz alta, varias veces, leer todo de corrido. Imprimir, llevar lo impreso a algún café, lejos de tentaciones/distracciones como la cama y la computadora; corregir y revisar a mano. Volver a la compu, transcribir las correcciones y modificarlas al hacerlo, y así un par de veces. En el medio, dar vueltas, darle tiempo a las revisiones (el tiempo es fundamental), darle aire a las lecturas, hacer anotaciones de qué podría sumar, qué no funciona. Recurrir a otras voces cuando me vuelvo indecisa. 

C: Parte de la idea por la cual empecé a dibujar en digital era un poco hacer lo que quiera, o no tener que seguir reglas o limitarme en buscar algo técnicamente correcto o estético; así que en la mayoría de los casos una vez que hago el dibujo no suele haber muchas correcciones posteriores. En un proyecto como Exterior Playa Atardecer, que los dibujos son principalmente de línea con ocasionales plenos de escalas de grises, hubo un constante chequeo de que se llegase a comprender la forma de los objetos pertenecientes al universo del audiovisual (cámaras, lentes, trípodes). Diría que el mayor momento de ajuste en mi proceso es previo al “entintado”, donde trabajo la composición a través del fotomontaje digital.

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2023 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Manuel Cantón

Manuel Cantón obtuvo el Premio Narrativa Breve 2023 con Obsolescencia programada, un conjunto de relatos trabajados a partir del archivo y que atraviesan los géneros, estilos y épocas de la historia argentina. El libro saldrá publicado en Argentina y Chile en 2025, por la editorial chilena La Pollera. Alan Pauls calificó a Cantón como «un escritor ambicioso, en el mejor, más audaz, más riesgoso sentido de la palabra«. Aquí contesta cinco preguntas sobre su vínculo con la escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

No estoy seguro de que haya una fecha particular. Me acuerdo que de chico, a los cinco o seis años, dibujaba historietas con hombres de palito y globos de texto enormes. Eventualmente dejé los dibujos y me quedé con el texto. A veces, y sin ningún fundamento, pienso que todos los nenes escriben -o cuentan, o narran, a la manera desordenada y delirante que se puede a los cinco o seis años-, que todos los nenes dibujan, y que lo único que pasa es que a medida que crecen dejan de hacerlo. Yo dejé de dibujar, pero no de escribir.

¿Tenés algún tipo de rutina de escritura, o un lugar y un momento predilectos para escribir?

Trato de escribir todos los días, lo que en la práctica significa que escribo día por medio. Me gusta levantarme temprano y dedicarle alrededor de una hora antes de empezar la jornada laboral (o la jornada paga, más bien). En general escribo en mi cama, en la notebook; tengo un escritorio muy bonito, pero ahí hago otros trabajos -redacción a pedido, corrección, trámites- y me gusta que los dos espacios, el tedioso y el placentero, estén separados.

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

Son varios: Walsh, Puig, Bolaño. A veces Piglia, pero más en los ensayos que en la ficción. Hace poco me entusiasmé con Philip Dick y Sebald; y contemporáneos me gustan mucho Marina Closs, Leila Guerriero y Ted Chiang. En general, los escritores que me estimulan entran en dos categorías: o tienen un estilo muy marcado y reconocible, o pueden pivotear entre varios estilos o géneros dependiendo de su argumento. No me interesa demasiado la lengua estándar de los talleres de escritura creativa norteamericanos, ni los narradores correctos y profesionales.

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Obsolescencia programada?

Si tuviera que elegir un principio, diría que Obsolescencia programada tiene mucho que ver con un libro que escribió mi abuelo: Los Cisnes, historia de un pueblo igual a otros mil. Él fue almacenero y tambero durante toda su vida, pero después de jubilarse se dedicó a la historia local. Para su cumpleaños de ochenta, le regalaron -o se regaló, ya no me acuerdo- la edición de un libro que contaba la historia de su pueblo, en el sur de Córdoba, un lugar que nunca pasó los quinientos habitantes. Como suelen ser las cosas hechas por autodidactas, el libro de mi abuelo es muy raro: tiene anécdotas, documentos, archivos; pasa de la historia grande a la historia chica, del golpe de Onganía a la maestra de la escuela, de la crisis del ´30 a una cosechadora mecánica diseñada por un viejo loco de por ahí. Me gustó esa forma de encarar la historia de un pueblo, más por los recovecos que por las avenidas, y me pareció que algo así se podía hacer con la historia argentina.

¿Cómo es el proceso de revisión de tus textos? 

Hay varios tipos de revisiones. Por ejemplo: cada día, antes de empezar a escribir, repaso lo que escribí el día anterior; es una forma de entrar en calor, de ponerme al tanto conmigo mismo, y también de ir focalizando la atención en el texto (y no en el teléfono, en las noticias, en los platos que me falta lavar, etc.). Después hay otra revisión, más meticulosa, que hago cuando el texto ya está terminado. Ahí en general me dedico a cortar cosas: adjetivos, párrafos, fragmentos. Y después, cuando tengo listo algo que se parece a un libro o una antología o algo así, imprimo y vuelvo a corregir, pero en papel. El cambio de soporte ayuda refrescar el ojo.


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2023 AUTORES Cinco preguntas Sin categoría

Cinco preguntas a Luciano Salerno

En 2023, Luciano Salerno recibió el Premio de Guión por su work-in-progress Tierra adentro, una épica western patagónica inspirada en Una excursión a los indios ranqueles de Lucio V. Mansilla. Hoy contesta cinco preguntas sobre su obra y su proceso de escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

Empecé a escribir de muy chico, en las máquinas de escribir que había en mi casa y, un poco más adelante, en la primera computadora que llegó a mediados de los 90. Hasta terminar el secundario escribí siempre cuentos cortos, y después en la universidad empecé a escribir guiones de cine. Eventualmente, también empecé a escribir guiones de videojuegos, y eso se terminó transformando en mi profesión más estable. De todos modos, nunca dejé de escribir literatura.

¿Tenés algún tipo de rutina de escritura, o un lugar y un momento predilectos para escribir?

Tengo una rutina de escritura diaria ideal que trato de conciliar con mis ocupaciones laborales, pero eso no significa que la cumpla. En la práctica, los objetivos de los proyectos en los que estoy trabajando en el momento dictan cuándo y cuánto escribo. Siempre hay algún deadline que aumenta muchísimo mi productividad. Más allá de eso, si tuviera que observar mi propio comportamiento, está claro que logro escribir mucho más a la mañana que a la tarde o noche, y una o dos veces por semana escribo en un café o en biblioteca para cambiar de aire.

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

En general, las películas de Paul Thomas Anderson me dan ganas de escribir guiones. Y cuando leo a Kerouac (u otros autores así de espontáneos y cotidianos) me dan ganas de escribir literatura. 

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Tierra adentro?

Tierra adentro surgió directamente de ver muchas películas de John Ford, y de la curiosidad de ver si era capaz de escribir un guion así, una épica de fronteras, sin consideraciones de producción. Al escribir cine de ficción uno se limita constantemente por qué cosas se podrían o no podrían hacer al filmar la película (sobre todo en Argentina), y eso a veces funciona muy bien como excusa. Mi hipótesis era que tal vez no es que no puedo hacer una película así por el contexto de producción, sino que posiblemente no tengo ni la capacidad de escribirla. O dicho de otra forma, que tanto énfasis en las limitaciones externas distrae de las limitaciones personales. Fue muy liberador. 

¿Cómo es el proceso de revisión de tus textos?

Esto varía enormemente según el contexto: es muy diferente si se trata de un proyecto personal o de uno laboral. Pero en mis proyectos, después de escribir un primer borrador, lo mando a algunos lectores de confianza, recopilo un par de devoluciones, y después lo guardo por algunos meses y trabajo en otra cosa. Cuando llega el momento de la reescritura lo releo, miro los comentarios y hago una nueva versión. Y así sucesivamente. Ocasionalmente hago alguna de estas versiones acompañado de un taller, como el que tuvimos después del concurso, pero el proceso es muy similar.

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2023 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Giuliana Migale Rocco

Giuliana Migale Rocco obtuvo el Premio Narrativa 2023 con un proyecto de novela fragmentaria quela editorial Tenemos Las Máquinas publicó, en abril de 2024, con el título Las cosas menores. El jurado celebró la propuesta por ser «un texto descentrado, digresivo y compacto, con una gran tensión narrativa, y que sostiene su drama en el lenguaje y el ritmo». La autora contesta cinco preguntas sobre su obra y el vínculo con la escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

Me gustaría poder responder a esta pregunta con precisión, pero la verdad es que no lo sé. Empecé a escribir en muchos momentos y también me olvidé de que podía escribir en muchos otros momentos. Después se me pasó eso y ya no me olvido. Sí tengo dos recuerdos. El primero es una nota de 1999 que encontré hace algunos años. Yo tenía cinco. Era una especie de poema que decía: Mamá te quiero aquí aquí aquí aquí y llenaba la hoja con más aquís. Ahí creo que había algo de la escritura como deseo y también una fe en la palabra como fuerza capaz de hacer que pase algo en el mundo: que mi madre estuviera ahí, cerca, todo el tiempo. El segundo recuerdo que tengo es de tercer grado. Por algún motivo había aprendido fuera del colegio que decir “disco de fuego” era una forma posible de nombrar al sol (ahora me resulta espantosa) y usé la metáfora en un ejercicio de la clase. Me acuerdo de que Graciela, la maestra, me felicitó y me preguntó si sabía qué era una metáfora. Por supuesto, no lo sabía. 

¿Tenés algún tipo de rutina de escritura, o un lugar y un momento predilectos para escribir?

Leer, caminar, ir a un café, tomarme un colectivo, hablar con alguien. La escritura, en mi caso, aparece más en el movimiento que en el silencio. No tengo una rutina, escribo cuando y donde puedo. La escritura casi siempre está interrumpida por el trabajo (quizás por eso las formas breves, las frases cortas, los saltos de página). Pero cuando estoy escribiendo algo, eso siempre encuentra su espacio y su tiempo. 

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

Muchas; en general, son mujeres. Son las mismas autoras que me dan ganas de llamar a mis amigos por teléfono y leerles fragmentos en voz alta porque no puedo creer lo buenos que son. Marília García, Wislawa Szymborska, Mario Ortiz, Susana Thénon, Estela Figueroa, Beatriz Vignoli, Flaubert, Annie Ernaux, Anne Carson, Ashle Ozuljevic Subaique, Arnaldo Antunes… podría seguir. También me pasa con la obra de artistas visuales: Edgardo Antonio Vigo, Luis Pazos, Federico Peralta Ramos, Eugenia Calvo, Lygia Clark. 

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Las cosas menores?

Creo que fue una combinación entre la muerte de mi madre y el mundo que estaba afuera. De todo lo que seguía pasando, moviéndose y existiendo después de su muerte: el trabajo, las cuentas, sus cosas, los gansos, los libros, las camisas sin planchar. Y las palabras, que pueden revivir casi todo. El libro estuvo a punto de llamarse “Una línea en el papel que pudiese”. Y, también, es eso: una línea que pasa por los días y arrastra lo que va encontrando en el camino. 

¿Cómo es el proceso de revisión de tus textos? 

Releo y reescribo mucho mientras escribo. Voy para atrás y para adelante todo el tiempo. Hago taller, escucho, anoto y pido opiniones a unos pocos lectores-amigos. 

Las cosas menores, de Giuliana Migale Rocco, publicado por Tenemos Las Máquinas.
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2022 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Gabriela Larralde

Después de obtener el Premio Estímulo de Narrativa 2022 con una versión work-in-progress, la novela «La Pez» de Gabriela Larralde fue publicada por Planeta. Gabriela Cabezón Cámara la definió como «una novela fluvial, desaforada y exquisita. Una de las críticas más agudas a la razón occidental, esa razón macho, que he leído en la última década». La autora responde cinco preguntas para el blog.

¿Cuándo empezaste a escribir?

A los siete años cuando me regalaron un diario íntimo para mi cumpleaños. Ahí empecé a contar qué hacía cuando me iba con mi papá el fin de semana, todavía lo tengo. Desde ahí siempre escribí.   

¿En qué lugar y momento del día escribís? ¿Tenés algún tipo de rutina?

Escribo todos los días, no tengo rutina, pero sí voy entendiendo qué estados de ánimo me predisponen mejor para escribir y trato de respetarlos, postergar cosas si puedo, aprovechar los días buenos que nunca sabes cuándo llegan hasta que llegan. Con días buenos no quiero decir días felices, es otra cosa, a veces los días malos son días buenos para la escritura. Me llevó años entender eso y cambia, así que voy viendo… 

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

Sara Gallardo, Gabi Cabezón Cámara, Natalia Ginzburg, Libertad Demitrópulos, Natalia Romero, Claudia Masin, Idea Vilariño, Pedro Lemebel… en cine Anahí Berneri, Celina Murga. En teatro, Piel de Lava, Lorena Vega.

¿De dónde surgió el proyecto de escribir La pez?

De un poema que publiqué en mi primer libro de cuentos. Una mujer esperaba mucho tiempo un llamado y cuando llegaba tenía una merluza en la mano. Algo con la mujer, el pez, la espera empezó a crecer y se convirtió muy lentamente en algo más grande y profundo que yo necesitaba contar y tiene que ver con la dominación, la conquista sobre otro. 

¿Con qué personaje de ficción te sentarías a comer? 

Con Charlotte, la mamá de Lolita. 

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2022 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Guido Barsi y Santiago Miret

La novela gráfica Inundación, un policial noir ambientado en Villa Epecuén en los años previos a la histórica crecida, ganó el Premio Narrativa Gráfica en 2022. Conversamos con el guionista y el ilustrador.

¿Cuándo empezaron a escribir y/o dibujar?

Guido Barsi: Que yo recuerde, a eso de los 15 años más o menos. Después de leer mucho a Stephen King, me enamoré de sus libros y leía todo lo que podía hasta que empecé a pensar que podía hacer eso que me gustaba. Ahí me largue a escribir. Escribía bastante, relatos, intentos de novelas. Después me encontré con H. G. Oesterheld y “El Eternauta”. Ya venía leyendo bastante comics pero ése fue mi acercamiento fuerte a la historieta nacional. De ahí dije “¿por qué no escribir también eso que me gusta?” y de ahí me mandé a escribir guiones. Todo fue de autodidacta, tratando de emular lo que había leído. En el caso de la historieta sí leí algunas notas sobre el formato del guion pero mi aprendizaje fue escribiendo a prueba y error.

Santiago Miret: Desde que tengo uso de razón que dibujo, pero fue a mis 17 o 18 años que empecé a tomármelo un poco más en serio. Es hasta el día de hoy que estoy tratando de tomármelo un poco más en serio.

¿En qué lugar y momento del día escriben/dibujan? ¿Tienen algún tipo de rutina?

GB: Escribo cuando puedo. Con un trabajo fijo y un niño en casa se complica establecer un tipo de horario fijo por lo que intento tener en la mente el guion que voy a escribir, si tengo un momento lo paso rápidamente a un anotador y después, cuando tengo un tiempo libre, me pongo en la PC a pasarlo en limpio. A veces prescindo del anotador y escribo el guion con lo que tengo en la cabeza y le voy dando forma a medida que salen las palabras.

SM: Trato de dedicar unas horas todos los días a dibujar. Aunque a veces se complica por las otras responsabilidades que pesan durante el día. Mi horario más lúcido es por la mañana, pero generalmente me hago un rato por las tardes y noches, lo cual no es bueno porque ya no tengo tanta coordinación como tendría en la mañana. Supongo que las noches suelen ser para mí el mejor momento para dedicarle a dibujar.

¿Qué autores les dan ganas de escribir/dibujar cuando leen sus obras?

GB: Cualquier buena historia te dan ganas de escribir, independientemente de quien la escribe o la dibuja. Si estás leyendo una historieta atrapante te motiva en distintos niveles y probablemente te dispare algunas ideas. Después está la sana envidia de imaginar que tal autor está dibujando tus guiones. Eso suele pasar bastante, imaginar que un Dante Ginevra, Tumburús o los brasileros Fabio Moon y Gabriel Bá están a cargo de tu guion. O también el tema de la extensión, al leer una serie que se extiende por tantos capítulos o páginas, te dan ganas de poder hacer algo así que en nuestro país es complicado extenderse tanto.

SM: Históricamente son fuente de inspiración autores clásicos como el local Alberto Breccia, o el yanqui Alex Toth. Dos bestias de su tiempo cuyos enloquecidos claroscuros son escuela de generaciones de dibujantes. En la actualidad me resultan de gran inspiración el inglés Sean Phillips y su indescriptible destreza para describir escenas cotidianas, y el recordado John Paul Leon cuyo estilo en blanco y negro pareciera esculpir los volúmenes tridimensionalmente.

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Inundación?

GB: El origen de la idea fue cuando visité Epecuén allá por el 2010. En esos años el agua estaba empezando a bajar y ya se podía caminar por la ciudad. Ver eso me dejo impactado. Los edificios, las calles, toda la vida de personas y la ciudad entera borrada por la negligencia. Llegué a mi casa y me leí todo lo que pude para conocer lo que había pasado, libros, notas, videos… Desde ahí que me quedaron las ganas de hacer algo con esa historia, hacer un policial que sucediera durante la inundación.

Recién pude concretarlo cuando empezamos a trabajar con Santiago. Hicimos una historieta corta de ciencia ficción y le propuse hacer “Inundación”. La idea le encantó, él también había visitado Epecuén y conocía la historia. Los dos empezamos a investigar y tomar notas antes de empezar con la historieta.

SM: Guido me comentó que tenía ganas de hacer una historia en torno a la tragedia de Epecuén, justo en el momento en que yo me encontraba pensando en eso. Hacía poco había visitado el lugar y confirmé mi fascinación nutrida de comentarios y leyendas que había escuchado tiempo atrás. De inmediato le dije que sí, y al poco tiempo volví a visitar el lugar, ahora con un espíritu más exploratorio y documental.

¿Con qué personaje de ficción les gustaría sentarse a comer?  

GB: Con Savarese, así me presenta a Cacho Mandrafina.

SM: Creo que el Corto Maltés puede tener muy buenas historias que contar, aunque siendo sinceros con mi adolescencia, me encantaría compartir unas cervezas con el viejo Ahab y que me cuente si todo eso de la ballena es cierto.

Inundación
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2022 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Camila Vazquez

Con Cruza, un texto fragmentario y experimental que atraviesa los géneros, Camila Vazquez obtuvo el Premio Narrativa Breve en 2022. Aquí contesta algunas preguntas sobre su vínculo a la escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

Escribo desde que tengo seis años. Apenas aprendí, lo primero que hice fue contar unas historias híbridas entre el cuento y la prosa poética. Esas ganas fueron claras desde entonces y, hasta ahora, son unas de las pocas cosas que persisten con ese ímpetu.

¿En qué lugar y momento del día escribís? ¿Tenés algún tipo de rutina?

No tengo rutinas deliberadas, si hago algo con persistencia es porque lo deseo con fervor. Soy muy desorganizada, pero escribo casi todos los días. Me gustan mucho las mañanas y, en particular, las que paso en la habitación de las plantas. Son muchas y selváticas y conviven en su ecosistema con mi computadora y una de las bibliotecas. Me resulta fundamental estar o sentirme sola para escribir. Es decir que, aunque esté con otros, exista un espacio de soledad para la escritura.

Escribo en la computadora. No me gusta hacerlo en el celular, pero a veces estoy en tránsito y las notas me ayudan a retener una idea. También esbozo unos extraños cuadros en mi bitácora con ideas que, en el momento, me resultan explosivas. A varias les pierdo el entusiasmo o me parecen cualquiera con los días. Solo algunas son el germen de un futuro texto.

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

¿Tiene que ser uno? Recientemente, me sentí muy cautivada por la prosa de Mónica Ojeda, una cuentista ecuatoriana que tiene una voz super lírica y unos universos mágicos, místicos, incómodos y exuberantes. Algo similar me pasa cuando releo a Sara Gallardo. Admiro con profundidad su versatilidad: inventar la voz de un indio mataco, escribir cuentos como fábulas, narrar la pena de las paisanas cuando el campo era residual en el panorama literario. Registro una experiencia semejante con la obra de Armonía Somers, en particular con uno de sus cuentos -que es uno de mis favoritos-: El derrumbamiento. Y la novela tremenda, caótica, mítica y con cauce como de río: La mujer desnuda. En poesía, la obra de Jorge Leónidas Escudero me parece una locura, una vanguardia chuncana elaborada por un minero. No puedo dejar de mencionar la obra de Glauce Baldovin, la poeta cordobesa más increíble que leí hasta el momento y a quien le debo la sensibilidad panteísta que aprendí de sus versos.

¿De dónde surgió el proyecto de escribir «Cruza»?

Cruza nació en un sueño que reunió flores, historia nacional y secretos familiares. En el sueño, escribía esa experiencia onírica. Durante semanas lo tuve en el cuerpo. Intenté hacer de todo con ese material: poemas, cuentos y hasta un ensayo. Desistí porque tomaba una forma que no podía clasificar. Me llevó otras varias semanas de terapia darme cuenta de que la forma del texto podía ser así: híbrida, como de cruza. Cuando acepté su rareza, el texto creció hacia esos otros materiales que, en mi vida, se parecen al sueño: la literatura y el recuerdo.

¿Con qué personaje de ficción te sentarías a comer?

Me sentaría a comer con Yuna Riglos, la protagonista de Las Primas, de Aurora Venturini. Me muero de ganas de conocer su departamento en La Plata, seguramente muy paqueto; de almorzar carne al horno que hará preparar, porque ella no cocina. Es posible que me juzgue por la etiqueta del vino que voy a llevar. Corro el riesgo de ser envenenada con las masas finas que acompañarán el cafecito -todos sabemos que tanto Yuna como Yiya Murano vienen del mismo linaje-, pero lo asumo.

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2022 AUTORES Cinco preguntas

Cinco preguntas a Theo Fernández

Theo Fernández obtuvo el Premio de Guión en la edición 2022 del Premio Estímulo a la Escritura por su proyecto Los hermanos Sánchez, un largometraje irreverente, entre noir y musical, que revive a Raymond Chandler en una Buenos Aires distorsionada. Aquí el autor responde a cinco preguntas sobre su vínculo a la escritura.

¿Cuándo empezaste a escribir?

En el jardín de infantes le escribí unas canciones a dos chicas que me gustaban. Ese es mi primer recuerdo de escritura. Debía tener cinco años.

¿En qué lugar y momento del día escribís? ¿Tenés algún tipo de rutina?

No tengo una rutina. Suelo escribir cuando estoy inspirado y hoy me inspiran tres cosas: el odio, el desamor y los deadlines. Dónde sea que me encuentren alguna de esas cosas, me pongo a escribir.

¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

No podría elegir uno en particular. Generalmente todo lo que leo y veo me sirve para escribir/crear personajes, escenas, etc. En lo que hace a la escritura de guiones, lo que más me soltó la mano para escribir últimamente fueron las competencias de cortos de los festivales de cine. Me producen tanto odio que salgo con un corto escrito «en respuesta» a lo que vi. Mi primer cortometraje, «Cortocircuito», fue escrito después de ver la competencia oficial de cortos del Festival de Mar del Plata. Ahora estoy con la pre-producción de un corto que se llama «Hipótesis sobre mis dos huevos». Lo escribí después de ver la selección de cortos del Buenos Aires Rojo Sangre.

¿De dónde surgió el proyecto de escribir Los hermanos Sánchez?

En mi facultad había una materia dictada por una dupla docente de apellido Sánchez. De allí saqué a los protagonistas. Luego me enteré que los profesores no eran hermanos, imaginarás la decepción. Después metí a los Sánchez en una historia policial con la presencia de Philip Marlowe, influenciado por una obra de teatro del dramaturgo Claudio Nadie llamada «Romeo y Julieta expulsados del paraíso». Llevé esas ideas al taller de guión de Nicolás Zukerfeld y ahí comencé a desarrollar el guión.

¿Con qué personaje de ficción te sentarías a comer?

Con cualquiera que haya interpretado Groucho Marx. 


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2023 AUTORES Cinco preguntas DRAMATURGIA

Cinco preguntas a Ivana Schiaffino

Ivana Schiaffino, ganadora del Premio Dramaturgia 2022 por su obra de teatro Tres centímetros de un frío infinito, responde cinco preguntas sobre su vínculo con la escritura.

1. ¿Cuándo empezaste a escribir?

Empecé a escribir a los once. Invitaba a casa a mi mejor amiga (Victoria) y escribía cuentos para que ella los leyese.

2. ¿En qué lugar y momento del día escribís? ¿Tenés algún tipo de rutina?

Me gusta escribir más a la mañana. Creo que de algún modo la cabeza está menos cargada de información del cotidiano y a su vez porque la luz que entra en mi casa me gusta mucho. Pero puedo escribir en cualquier momento del día también. A veces escribo en el living y otras en mi pieza siempre acompañada de mi perro: Hipólito.

No tengo rutinas, lo que me gusta hacer es dejar el celular en otra pieza para no distraerme y tener una botella con agua cerca.

3. ¿Qué autor te da ganas de escribir cuando lees/ves sus obras?

¡Un montón! Algunos que se me vienen a la cabeza ahora son: Samanta Schweblin, Mariana Enriquez, Camila Sosa Villada, Fernanda García Lao, Alejandro Zambra, Jose Sbarra.

4. ¿De dónde surgió el proyecto de escribir Tres centímetros de un frío infinito?

El proyecto surgió en la casa de Danae Cisneros, la actriz que interpreta la obra. Ella me comentó sobre la noticia del atentado a Mónica y juntas nos pusimos a buscar información sobre el tema. El suceso me dejó muy impactada y fue muy sencillo para mí encontrar esos puntos en los que podía profundizar para escribir el material.

5. ¿Un personaje de ficción con el que te sentarías a comer?  

Me gustaría sentarme con Agustina Londoño para que me lea la mano y creo que con Harry Potter porque fue muy importante en mi adolescencia.